¿Brocha o rodillo?

Encuentra la mejor herramienta para tu proyecto

Brocha y rodillo
Foto © Tetra Images/ Getty

Al pintar una pared, mueble u otra superficie parte de tu decoración, es importante no solo tomar tiempo para escoger el color correcto, sino también para escoger los productos y herramientas que te ayudaran a lograr un mejor finalizado. Las opciones más populares para aplicar pintura son las brochas y los rodillos, pero ¿sabes cual es el mejor para tu proyecto? Aparte de tener sus propios beneficios, cada uno de estos elementos es mejor en ciertas superficies. Antes de comprar tus herramientas, ten en cuenta estos detalles:

Brochas

Las brochas, o pinceles, se encuentran en una gran variedad, ya que son una elección bastante personal. Si tu proyecto es pequeño, como marcos de ventanas, mesas auxiliares o gabinetes, una brocha es tu mejor opción. Esta herramienta también es perfecta para superficies con detalles intricados, como lo puede ser un mueble antiguo. Con una brocha podrás acceder todos los huecos y lograr un finalizado liso.

Una ventaja de las brochas es que controlan mejor la cantidad de pintura, por lo que puedes evitar chorreos. Si te gusta tener más movilidad y tomarte tu tiempo, una brocha te puede resultar más cómodo.

En cuanto a materiales, podrás encontrar brochas con cerdas naturales o de poliéster/nylon. Las brochas de poliéster/nylon son la mejor opción para pinturas látex o a base de agua, y muchos pintores las prefieren al usar pintura a base de aceite también ya que son de mejor calidad. Las brochas con cerdas naturales ayudan a lograr un mejor terminado al usar pintura a base de aceite y barnices.

Al escoger la brocha para tu proyecto, ten en cuenta el tamaño. Las brochas de menos de dos pulgadas son usadas para detalles y superficies pequeñas. Las brochas de entre dos y tres pulgadas son usadas para marcos y esquinas. Las brochas de entre cuatro y cinco pulgadas son usadas para paredes, puertas y otras superficies grandes.

Rodillos

Los rodillos son la opción más popular para superficies grandes. Si piensas pintar una pared, puerta, fachada o mueble liso, un rodillo te puede ser mas cómodo. Para techos, puedes usar un rodillo con extensión, que te hará el trabajo más fácil. En casos de materiales porosos, como ladrillo o cemento, un rodillo es la mejor opción. Ten en cuenta que esta herramienta solo se pueden usar en superficies planas.

Una ventaja de los rodillos es la rapidez con la que pintan. Al ser de mayor tamaño y distribuir mejor la pintura, tu proyecto puede terminar mas rápido. Si la pintura no esta diluida, un rodillo no debería causar demasiados chorros, pero debes asegurarte de no cargarlo demasiado, ya que pintura extra puede caer por los lados.

Como en brochas, los materiales son los mismos. Puedes escoger fibras naturales para pinturas de base de aceite, o fibras de poliéster para pinturas látex o a base de agua. También tienes la opción de escoger una mezcla de fibras naturales con poliéster para todo tipo de pintura.

Uno de los detalles más importantes que debes tener en cuenta al escoger un rodillo es la longitud de la fibra. Rodillos con fibras de un cuarto a un tercio de pulgada son usados en superficies lisas, como metal. Para superficies semi-lisas, como tabla de yeso, usa rodillos entre un tercio y media pulgada. Para superficies de madera o paredes con textura, usa rodillos con fibras de tres cuartos a una pulgada de largo. Los rodillos con fibras de una pulgada de largo a una pulgada y un cuarto, son usados en materiales como el estuco. En superficies altamente porosas, como concreto, usa rodillos con fibras de una pulgada y media de largo.

El tamaño estándar para rodillos es de nueve pulgadas, varia el tamaño según la superficie que piensas pintar.